viernes, 3 de octubre de 2008

al bronceador que se viene el veranito...



Las adaptaciones garpan!



Blacula es cine bizarro puro. Empieza en Transilvania del s. XVII, con el príncipe africano Mamuwalde y su amada Luva encontrándose con Drácula (Si, aparece en la película) para pedirle su ayuda (como importante figura política de Rumania) en su lucha por la erradicación de la exclavitud en Europa. Pero Drácula, que parece simpático al principio, lo traiciona y lo vuelve vampiro (lo maldice con el nombre de Blacula), adeás de emparedar viva a Luva junto a su ataúd. Es decir que desde el vamos, Blácula tiene la carga del personaje noble que se vuelve monstruo contra su voluntad. Áños después, en 1970, una pareja gay de Los Angeles compra el castillo del conde, despertándo a Blacula. Todo lo posterior es una bien trabajada historia de vampiro, que posee un exquisito paralelismo con la historia de Bram Stoker: El héroe traicionado que se convierte en vampiro, la reencarnación de la amada, el vampiro enamorado y el médico buscando destruir al vampiro al más puro estilo Van Helsing negro. Como si fuera poco, la película es una seguidilla de peinados afro, música funky y chistes racistas del estilo:Blacula:”Usted es un animal”Dracula: “Sin embargo usted es el que viene de la jungla”


Todo buen film presupone una gota de cultura y arte, blacula lo logra y no se para que sociedad esta dirigido, pero en esta la risa es gratis...


campaña: "que vuelvan los afros"




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